El lateral que seduce a los grandes de Europa

Fue Quique Setién quien apostó por él la temporada pasada dándole la oportunidad de debutar con el primer equipo. Acabó afianzándose en la banda izquierda, donde ocupa normalmente el puesto de carrilero. Su despliegue ofensivo y su capacidad para recuperar la posición y defender, las grandes cualidades que seducen a los mejores equipos del Viejo Continente.

El juego vistoso del Betis y el gran físico que atesora el latel hacen que su juego se acentúe más en el estilo del cuadro verdiblanco. Quizás por eso fue Pep Guardiola uno de los primeros en fijarse en él para su Manchester City. Benjamin Mendy no acaba de recuperarse y el técnico español ya ha pensado en el futbolista del conjunto sevillano para reforzar el lateral izquierdo.

En Inglaterra también tiene otras novias. Unai Emery, tal y como informa 'Sport', también habría preguntado a la directiva la posibilidad de incorporar a Junior. Sead Kolasinac no parece satisfacer las necesidades del entrenador vasco y pretende dar un salto de calidad en la zaga del Arsenal.

Barcelona y Real Madrid le siguen muy de cerca. El conjunto azulgrana, después de la salida de Lucas Digne, tiene algo huérfana la posición, siendo Jordi Alba el único jugador natural que puede jugar en dicha posición. El estilo del Betis, al que se ha adaptado a las mil maravillas Firpo, un motivo más para que los 'culés' se planteen su fichaje.

Marcelo llegó ya a la treintena y en Chamartín no pierden de vista el futuro. Aunque Sergio Reguilón parece haber dado un paso al frente, la capacidad ofensiva del español seduce y mucho a los 'merengues'.

Pero el Betis ya se encargó de que no fuese fácil llevarse a Junior. Según 'Sport', los andaluces elevaron hasta los 50 millones su cláusula de rescisión, aunque podrían escuchar ofertas que lleguen al menos a los 35 'kilos'.

Internacional con la Selección Española Sub 21 y más que un fijo en el Betis, el lateral está a ser llamado uno de los defensores a tener en cuenta durante los próximos años. Y los grandes de Europa ya parecen haberse dado cuenta de ello.