El Levante ve cómo se le escapa el tren de la salvación. El conjunto 'granota' desaprovechó una oportunidad de oro ante Osasuna, que aprovechó los errores del cuadro valenciano para sellar la permanencia.
El equipo rojillo ya puede dar por buena la temporada. Y es que el equipo del recién renovado Jagoba Arrasate quería acabar por la vía rápida con un Levante en depresión.
Después de mascar el partido, de más nervios que liberación especialmente por parte 'granota', Osasuna pudo ponerse por delante en el electrónico cuando más duele, justo antes del descanso.
El Chimy, que volvió tras la sanción, pisó por primera vez el área en el momento justo, cuando Budimir le dejó un balón franco para disparar con un tiro raso y poner la primera mueca del día.
Fue un duro varapalo para un Levante que se había encontrado anteriormente con la madera, y que al primer golpe, se fue al suelo. Osasuna, más listo, lo aprovechó.
El tiro en el pie se lo pegó con una jugada incomprensible. Mientras Cárdenas salía de su portería, Cáceres sacó una falta rápida que regaló directamente a Osasuna. Lo aprovechó Budimir a placer para poner el 2-0.
Con el Levante hundido, sentenció Brasanac en otro robo en tres cuartos de campo, donde más daño hacen. El centrocampista, que actuó a menudo como mediapunta, robó y marcó con un disparo raso.
Solo el orgullo 'granota' permitió ver un gol más en el partido. Roger, negado en la primera mitad, pudo marcar el del honor para un Levante que se condena poco a poco a Segunda.
Cárdenas, en el tramo final, se erigió en héroe para un Levante que quiere soñar con el milagro, pero que cada día que pasa lo ve más complicado.