La Champions juvenil siempre nos deja claro que es un mundo aparte al del fútbol profesional. Equipos que en Europa vuelan tienen canteras más flojas, y viceversa. Eso deja situaciones imprevisibles. Como que el Lille sea líder sólido del grupo H y que los 'ches' ya estén fuera con dos jornadas por disputarse.
Otro factor clave son las segundas partes, donde suelen concentrarse la mayoría de goles, por la caída física de los jugadores. Así que lo que parecía que iba a ser un monólogo del Valencia en la primera mitad acabó en pesadilla.
El brutal dominio de los de Miguel Ángel Angulo dejó a cero a los franceses, pero no arrojó muchas ocasiones a favor. Apenas un remate de Pablo Gonzálbez en buena posición fue lo más peligroso.
La tónica continuó así en la segunda mitad. Tras una sucesión de córners que agobió a los franceses, llegó el premio merecido. Pedro Alemán llegó para enganchar un balón suelto con la zurda e hizo justicia.
Sin embargo, el tanto fue lo que peor le sentó a los 'ches', que iniciaron su particular desastre. Ouattara, en el minuto 74, se aprovechó de la candidez atrás materializando un mano a mano ante Charly Pérez.
Volvió a apretar el Valencia. Hasta que un clamoroso fallo de Jairo en el despeje de cabeza volvió a dejar al goleador del Lille en franca posición. El meta 'che' salió a la desesperada, pero Outtara lo superó con una vaselina que dejó sin opción alguna de clasificación a los cachorros valencianistas.