Hubo un tiempo en que el Lleida era uno de los equipos pujantes de Segunda. Se atrevía incluso a coquetear con la Primera División, como en la campaña 1993-94. Pero aquellos tiempos quedaron muy lejanos para un equipo que descendió a Segunda B, desapareció y fue sustituido por el Lleida Esportiu.
Hoy, este Lleida Esportiu ha hecho historia precisamente en la misma plaza en la que la Unió Esportiva Lleida logró su primera victoria a domicilio en Primera División en un lejano 7 de noviembre de 1993. Prácticamente 24 años después, los catalanes han obrado el milagro de nuevo en Anoeta.
No lo tuvieron fácil tras el 0-1 de la ida, y es que encima vieron cómo la Real Sociedad se adelantaba con goles de Diego Llorente y Juanmi y se ponía 2-0 en la primera mitad. Era una Real en la que había jugadores no habituales, pero sin apenas canteranos y plagada de miembros del priemr equipo.
Pero el Lleida no dejó de creer y logró el milagro tras el descanso. Aitor Núñez asustó y Manu Molina, de penalti, metió el miedo en el cuerpo a la Real Sociedad a media hora del final.
Eusebio metió a Zurutuza y Oyarzabal para que resolvieran la papeleta... y cerca estuvieron, pero fue el Lleida el que lo quiso mal y logró la histórica hazaña. A tres minutos del final, de nuevo Manu Molina puso un balón al área y Bojan Radulovic, hijo de un ex jugador del Lleida, culminó con un cabezazo la proeza.
El Lleida seguirá con el sueño de Copa en octavos de final y la Real Sociedad tendrá que preguntarse qué hizo mal para quedar fuera.