El Ibiza afrontaba el partido con la tranquilidad de haber hecho los deberes y estar en la zona cómoda de la tabla. Sin embargo, eso no era una excusa para no ganar ante su gente. Por otro lado, se enfrentaba a un Lugo que, de una vez por todas, quería casi certificar su permanencia.
De hecho, el Lugo se acercó al objetivo de la mano de la fortuna. Esa misma suerte que, a su vez, dejó de acompañar a Manu Molina, quien se anotó un gol en propia puerta. Clavería puso un centro medido para Cuéllar y, en el intento de despejar el cuero, el futbolista del Ibiza introdujo el cuero en su propia portería.
A partir de ahí, el Ibiza hizo un ejercicio de posesión estéril ante un Lugo que apenas sufrió antes de enfilar hacia los vestuarios. Es más, el cuadro gallego pudo poner tierra de por medio en el 19', cuando Ricard se incorporó al ataque y sorprendió a la zaga local con un remate que acabó en las manos de Domínguez.
Sin embargo, la segunda parte fue otra historia. Jémez movió fichas e introdujo un triple cambio dando entrada a Davo, Javi Lara y Miguel Villar. Con las sustituciones, el Ibiza ganó más profundidad y se lanzó al ataque en busca de la victoria.
En el 50' Cristian Herrera recortó en el área y puso un pase lateral para Ekain, quien estaba esperando el cuero con paciencia, se adelantó a la zaga y remató a bocajarro. Era el 1-1 y quedaba toda la segunda parte por delante.
Al conjunto de Albés le tocó sufrir tras el gol, mientras que el Ibiza se volcó y consiguió ocasiones muy claras para remontar el partido. Davo pudo hacer el segundo en el 61', cuando se sacó de la chistera una volea que fue despejada por Whalley.
El guardameta fue el mejor de la escuadra visitante en la segunda parte y tuvo varias apariciones providenciales para salvar a su equipo. En el minuto 86 volvió a hacer gala de sus reflejos sacando con la yema de los dedos un remate con la cabeza de Goldar, quien fue un auténtico peligro en las jugadas a balón parado del Ibiza.
Al final, los locales no pudieron llevarse los tres puntos, pero sacaron un empate ante un Lugo que, poco a poco, se ve más cerca de la permanencia. A falta de tres jornadas, le separan siete puntos con los puestos de descenso.