"Podríamos haber hecho el pino puente y el resultado habría sido el mismo. El responsable soy yo", dijo Luis Enrique.
Después señaló: "A ver si el tono en las preguntas cuando ganamos es el mismo cuando perdemos". Y se marchó.
Puro Luis Enrique en la que quizá ha sido su noche más negra como entrenador del FC Barcelona.