Es el primer ensayo serio, ya que los otros dos fueron 'partidillos' frente al Fuenlabrada y Rayo Vallecano, sin la misma tensión. Por eso, el drama no debe instalarse en el Real Madrid, aunque tiene muchísimo trabajo por delante, y eso es innegable. La derrota en Glasgow ha dejado frío a Ancelotti.
Glasgow acogió un amistoso que demostró el mayor rodaje de un Rangers en forma tras alzarse con el título de la Liga Escocesa. Al Madrid le falta mucho en su plantilla, todavía quedan por reincorporarse jugadores importantes como Courtois, Militao, Kroos, Modric, Benzema... Pero, de momento, Ancelotti no ha podido plasmar su idea en el equipo blanco.
De inicio, un once esperado: con Chut, Antonio Blanco, Odegaard, Isco o Jovic. Futbolistas de segunda línea que deben dar un paso adelante precisamente en estos partidos de probaturas, ensayos y revelaciones. La realidad es que los tres últimos no han aprovechado la oportunidad en el Ibrox Stadium.
Un hueso duro en todo momento
El Real Madrid nunca estuvo cómodo en Glasgow. Desde el comienzo, se notó que el rival, dirigido por el mítico Steven Gerrard, estuvo más metido en el encuentro para llevarse un buen resultado frente a uno de los gigantes de Europa y, de paso, contentar a los más de 12.000 espectadores que poblaron las gradas.
La salida de balón era un problema para Ancelotti. Jovic no apareció para dar un respiro y el Rangers asfixió al Madrid con una presión alta y enérgica desde los centrales hasta las bandas, pasando por el centro del campo, desde donde nació el juego de ataque escocés.
Sin embargo, el Madrid tiene estas cosas, que cuando peor lo pasa, mejor sale del charco. Tras los dos primeros avisos de Sakala, una contra de Odegaard finalizó en la jugada de Rodrygo, acompañado de algo de fortuna en el recorte y de una definición sencilla y perfecta. Un 0-1 que pocos se esperaban y que despejó los nervios de un plumazo.
El Rangers siguió apretando aun por detrás en el marcador. A los pocos minutos, Lunin tuvo que intervenir hasta en dos ocasiones por remates a bocajarro entre una defensa que hacía agua por todas partes, pese a que Nacho y Chust sostuvieran a los suyos hasta el primer tanto escocés.
Sakala fue un dolor de muelas para el Madrid, con Antonio Blanco superado e Isco desaparecido. El centro del campo estuvo perdido y el Rangers dominó hasta el descanso. Kent, unos minutos antes, estrelló un balón a la madera. El equipo blanco se estaba salvando de milagro...
Al descanso, Ancelotti solo introdujo a Arribas en el lugar de Jovic, que suspendió en esta prueba. El partido parecía perder ritmo y caer del lado 'merengue', pero fue entonces cuando Sakala cazó un error cerca del área de Lunin y acabó fusilando al guardameta ucraniano. Faltó tensión, conceptos, comunicación... de todo.
Miguel Gutiérrez, lo poco salvable
Con el empate llegó el carrusel de cambios y Miguel Gutiérrez dio otro aire a su equipo por la banda izquierda. El canterano dejó varias acciones muy positivas, como una internada que acabó con disparo al palo. Chust se fue lesionado y la otra mala noticia la puso Nacho, que no midió bien y se fue expulsado por doble amarilla tras un plantillazo muy feo.
Itten, que acababa de entrar, aprovechó otra indecisión en la zaga del Madrid y selló una justa remontada del Rangers entre el evidente cabreo de Ancelotti en el tramo final del partido. No le salió nada y queda mucho trabajo por delante, aunque es el primer test serio de verdad y el rival venció con todo merecimiento en un partido con muchas notas a tener en cuenta.