A base de goles, el nombre de José Antonio Reyes sigue muy vivo en el mundo del fútbol. Su hijo, canterano del Real Madrid, le dio la copa de LaLiga Promises a los blancos precisamente ante un Sevilla que sintió y lloró como propia la muerte del utrerano.
Los blancos fueron de menos a más en el torneo. Y tras derrotar en la sefiminal al Villarreal, el Real Madrid exhibió calidad ante un potente Sevilla que horas antes se había impuesto al Atlético para ganarse su hueco en la final.
El Sevilla se adelantó en la primera mitad por mediación de Dani Herrera, al que buscaban en prácticamente cada ataque para aprovechar su corpulencia. Maza batiría poco después a Álvaro, aunque el línea anuló el que habría sido el 2-0.
Los blancos responderían manejando el balón y encontrando a Reyes, que fue protagonista. Cuatro goles hizo el hijo del ex madridista, el primero en un córner en el que metió lo justo el pie para batir al portero.
Los otros tres llegarían en la segunda parte: anotó desde el punto de penalti, transformó una falta y embocó un derechazo tras una gran jugada personal. Aunque apretaría el Sevilla, que se puso 4-3 con fe en la prórroga, pero Jaime Pascual haría el 5-3 definitivo.