Las bicicletas son para el verano tanto como los amistosos lo son para las pretemporada. Y como buena preparación, en la misma se cometen errores y aciertos. El primer ‘bolo’ del verano se ha saldado con derrota para el Málaga CF. Ha sido contra el Hull City británico en Marbella Football Center. Un duelo marcado por las imprecisiones -sobre todo en defensa- pero también por el juego alegre que pretende el equipo de Guede. Un partido donde se pueden sacar pocas conclusiones, donde hay poco que lamentar y donde se han visto algunos detalles de lo que promete ser esta temporada 22/23 en clave blanquiazul.
Para los resultadistas puede ser un mal día, sin duda. Pero el Málaga dejó algunas pinceladas de buen fútbol con Ramón como conductor, con Rubén Castro con claras oportunidades para marcar o con la profundidad de Víctor Olmo por la banda. Era un día para ver caras nuevas, para que la ilusión de los primeros fichajes tomase cuerpo. Y aunque la derrota estrena el camino veraniego, la realidad es que a falta de un mes para la competición el Málaga ha emprendido un camino que parece prometedor.
Los británicos, más rodados y con más físico, arrancan en la Championship en dos semanas. Y eso se nota. Salió el primer Málaga de Guede con un once con cuatro caras nuevas: Manolo Reina; Juanfran, Andrés Caro, Genaro, Víctor Olmo; Ramón, Jozabed, Alex Rico; Haitam, Fran Sol y Rubén Castro. Mucho canterano, pero muchos con ganas de ganarse el sitio. Y también muchas ausencias, porque la mayoría de las caras nuevas acaba de llegar.
En cualquier caso, la mayoría de los jugadores tenían las ideas claras. Y aunque había había cierta pesadez en las piernas y falta de frescura, la ilusión que envuelve al nuevo Málaga solapó todos los defectos. Había ganas de ver en acción a los blanquiazules, a las caras nuevas y de ver en acción la pizarra de Guede con un proyecto desde el verano. El partido arrancó con igualdad. Con un Málaga presionando la salida de balón del rival y con la intención de mover mucho el balón y con rapidez. La primera ocasión malaguista fue de Fran Sol. Pero fue Manolo Reina el que se tuvo que esforzar a disparo de Figueredo.
En el 36’ comenzó a aparecer Rubén Castro, que falló un mano a mano tras una vaselina pasada de fuerza. Y antes del descanso, de nuevo el goleador remató alto con la testa.
Fue en la reanudación, con el paso de los minutos y con el cansancio en las piernas cuando llegaron los goles. Marcó primero el conjunto británico por medio de Greaves (51’) en un córner y en una mala marca. Respondió Andrés Caro, también de córner a pase de Víctor Olmo (56’). Y Rubén Castro lanzó a la madera una ocasión casi de la nada un minuto después.
Pero en otro error defensivo, Alfie Jones ponía de nuevo por delante a los británicos en otro córner para cerrar una vuelta de vestuarios frenética (60’). Ahí comenzó el carrusel de cambios, como Guede ya había avisado. Genaro, Jozabed, Juanfran, Rubén Castro y Fran Sol salieron para dar paso a Kevin, Dani Lorenzo, Loren, Arriaza y Murillo.
Pero el golazo de la tarde lo puso Lewie Cole con una volea espectacular desde el borde del área que entró por el palo contrario a Manolo Reina (62’). Era el 1-3 y el partido tomaba ya tintes británicos. Pero quedaba mucho. Entró Issa Fomba, que dejó un par de internadas muy interesantes. También Kevin, que lo intentó con ganas. O Haitam, al que le anularon un gol por controlar con la mano.
Dani Lorenzo también dejó detalles y Loren Zúñiga se desfondó buscando una ocasión de gol. Fueron los últimos minutos del primer amistoso malaguista. El primero de muchos. El primer paso de una temporada que pese a que el primer partido del verano se ha resuelto de manera negativa, mantiene intacta la ilusión.