La situación actual es la de una renovación automática del malagueño por número de partidos. Ello le convertirá en equipo de la primera plantilla oficialmente y subirá su cláusula de rescisión de tres a seis millones. No obstante, no entrará en vigor hasta el próximo verano.
Así que el club, aunque está obligado a cuadrar cuentas para acabar el curso, se remite a los tres millones de su libertad actual ante los equipos que ya han llamado a su puerta, como publicó 'Eldesmarque Málaga'.
Su baja en la inminente ventana invernal podría ser muy dañina para la segunda parte de la competición, aunque sería un gran impulso económico si se produce en los términos a los que se remite el Málaga.
Clubes de Primera como Espanyol, Leganés o Villarreal ya lo tienen en sus respectivas agendas.