Tal y como cuenta 'AS', en verano de 2018, Ángel Guirado no contaba con ofertas de su gusto y decidió regresar a Málaga para obtener el CAP (certificado de actitud profesional). Allí se formó para conducir camiones y autobuses.
"Después de toda una vida dedicándome al fútbol fue extraño. Pero hay que tener los pies en el suelo y saber que la carrera de un jugador es corta", aseguró en sus palabras con el diario.
"Pasé un mes y medio muy bueno. Había conseguido lo que quería: pasar tiempo con mi familia", añadió. Con la apertura del mercado de la Liga de Tailandia decidió cambiar el rumbo. El Chonburi, de la Primera de Tailandia, decidió firmarle.
Después de casi un año inactivo, Guirado volvió. Se ganó de nuevo la convocatoria con la Selección Filipina, con la que había debutado en 2011. Y Scott Cooper, el seleccionador, le convocó para disputar los encuentros de clasificación para el Mundial de Catar ante Siria y Guam.
"Estaba pensando en retirarme definitivamente, pero el fútbol es así. Un día estás abajo y no tienes nada y otro estás arriba y lo tienes todo. Pasar de la fase de grupos ya es muy difícil, pero vamos a luchar por ello", sentenció.
A sus 34 años, Guirado, que marcó ante Guam en el triunfo del cuadro filipino, vive en una nube.