El Real Madrid está teniendo problemas para defender las jugadas a balón parado esta temporada. Ofensivamente es una de sus grandes virtudes, pero defensivamente se le ha ido de madre este curso.
Con el de Ramis, los blancos ya han encajados 10 goles de cabeza en lo que va de curso, uno más de los 9 que recibió en el global de la pasada campaña.
A la inversa también está pasando algo similar. El año pasado, el Real Madrid acabó la temporada con 40 goles de cabeza, mientras que este curso apenas ha logrado anotar 16 de esa forma.
Un cambio de dinámica que obliga a Zidane a incidir en el trabajo de las jugadas a balón parado y en las defensas del juego aéreo.