El Mensajero ganó al Sanse y encadenó dos triunfos consecutivos

La primera mitad arrancó con dominio local, el Sanse tardó en cogerle la medida al siempre difícil Silvestre Carrillo, y los locales se hicieron desde el principio con el balón, logrando entrar en la ordenada defensa del cuadro madrileño por ambas bandas.

Gabi Ramos por la derecha y Juanda por la izquierda daban verdaderos quebraderos de cabeza a los de Santaelena, entrenador por cierto que se estrenaba en La Palma.

Mediado este primer periodo una jugada sin peligro aparente terminó con un centro al área de Gabi y Rubiato, bien colocado, se adelantó a su par para tocar el balón y cruzarlo ante el guardameta Moreno.

Este primer gol dio tranquilidad a los de Molina, mientras que al Sanse les metió un poco de prisas pero sin orden, lo que provocó que perdieran balón tras balón y que el Mensajero solo pensara en llegar al periodo de descanso.

Tras la reanudación el cuadro palmero salió con las pilas cargadas y el Sanse seguía sin encontrarse en el campo, apareció el centrocampismo en demasía y el encuentro perdió brillantez.

Pero una falta al borde área no la desaprovechó Portilla, quien con un duro disparo por debajo por debajo de la barrera subió el segundo al marcador.

En la recta final Rayco, que se acababa de incorporar al rectángulo de juego, dispuso de un mano a mano frente al guardameta visitante y este último lograría desviar el duro disparo a saque de esquina.