El Mirandés dejó de ser considerado un recién ascendido para convertirse en un candidato a entrar en la zona del 'play off' de ascenso a LaLiga. Con la victoria en Montilivi, se colocó a un solo punto del Numancia, que marca la última plaza privilegiada.
Los rojillos cierran el año con 31 puntos, precisamente, los mismos que el Girona, que se despidió de sus aficionados con la primera derrota en casa. Los hinchas locales mostraron su descontento con el equipo después el pitido final. Al menos, los pocos que quedaron, ya que la mayoría de ellos abandonó el campo tras la acción del 0-2.
Los de Josep Lluís Martí pudieron adelantarse en el electrónico en la primera acción de ataque del partido, pero Cristhian Stuani cometió falta en el intento de remate antes de cabecear a gol. Parecía que los locales iban a tener un encuentro cómodo, pero frente a ellos estaba un equipo que no pensaba lo mismo.
Los 'jabatos' -más que nunca- mantuvieron la línea de presión alta e intentaron crearles problemas en la salida del balón desde atrás. En un saque de banda, Marcos André provocó el error de Pedro Alcalá, se plantó ante Juan Carlos e inauguró el electrónico con un disparo al palo largo.
Para más inri, Samu Sáiz se marchó lesionado y le dejó su sitio en el terreno de juego a Álex Gallar. El de Sabadell no saltó al campo con buen pie. Una pérdida suya estuvo a punto de costarle el segundo, pero, esta vez sí, el guardameta albirrojo lo evitó con una buena intervención.
El Girona creó peligro conforme fue pasando el tiempo. Stuani lo intentó de cabeza -cómo no-, Borja García con un disparo desde la frontal... Al final, la falta de puntería y el acierto de Limones mantuvieron el 0-1 en el electrónico.
A diez minutos para la conclusión, Álvaro Peña aprovechó un nuevo error en la salida del balón de los de Martí para plantarse dentro del área local y dejarle, en bandeja de plata, el segundo a Merquelanz. El irundarra, de primeras, sentenció el encuentro.
El Mirandés ni siquiera se conformó con el 0-2. En el tiempo de añadido, Guridi realizó una gran acción individual y cedió al centro para que Merquelanz anotase el segundo de su cuenta goleadora.
Los tres puntos volaron hacia Miranda de Ebro. Lo único que se quedó en Montilivi fueron los abucheos con los que los aficionados rojiblancos se despidieron de sus futbolistas hasta el año que viene.