En un Mundial, la mayoría de partidos se deciden por pequeños detalles. Cualquier fallo te puede dejar fuera, al igual que un destello de calidad te puede dar un choque. Los futbolistas ya han dejado cuatro joyas para el recuerdo en los primeros encuentros.
En la edición de Brasil 2014, durante todo el campeonato sólo se pudieron transformar tres faltas directas. En este, en sólo una jornada ya se han logrado cuatro dianas de esta forma.
El primero fue Golovin, con su lanzamiento algo escorado a la derecha, ante Arabia Saudí. El ruso aprovechó los últimos minutos para conseguir un golazo y poner el lazo perfecto a la victoria del anfitrión.
El empate de Portugal ante España fue obra de Cristiano. El portugués consiguió transformar un libre directo al que nada pudo hacer David de Gea. El balón entró rozando la escuadra.
El encuentro entre Serbia y Costa Rica parecía estar atascado. El tanto de Kolarov desniveló la balanza: el lateral sacó un trallazo potentísimo al que no consiguió llegar Keylor Navas.
Por último, el gol de Quintero, que no le sirvió a Colombia para puntuar. El futbolista que jugó en River la temporada pasada puso el balón en el fondo de las mallas, otra joya para este Mundial de Rusia.