El Athletic-Atlético terminó con un 1-1. Reparto de puntos en 'la Catedral' tras el parón por el COVID-19.
Muniain rindió como nadie. Acabó vaciado tras dirigir a su equipo y durante muchos minutos casi hasta el partido completo, es la primera de las incógnitas desveladas en su retorno a la competición por los de Gaizka Garitano.
El técnico de Derio, más allá del resultado, acabó satisfecho con el comportamiento de un once que durante fases del choque minimizó a un Atlético que también regresó emitiendo buenas vibraciones.
Especialmente quedó contento Garitano con la mitad de la primera parte en la que los 'leones' no dejaron de mover de un lado a otro a su rival con eternas posesiones que acaban en ocasiones de gol, casi siempre después de una acción decisiva de Muniain.
Así, enganchó tres oportunidades de gol, la tercera con el éxito de acabase el balón en la red. Una acción combinativa en las que se solía prodigar el Athletic nacida en Iñigo Martínez y finalizada con clase y fortuna por el capitán, que fue quien desordenó a los colchoneros caracoleando tras recibir del central en la línea de medios. Ander Capa e Iñaki Williams, por un lado, y Yuri Berchiche, por el otro le dieron el ritmo y la continuidad que pedía a la jugada.
Antes, en un centro perfecto de Capa, bien servido por el pequeño navarro, y en otro centro del propio Muniain peinado por Yeray Álvarez, también pudo tener premio el Athletic.
Pero en ambas ocasiones se encontró con Jan Oblak, palabras mayores. Su despeje al envenenado cabezazo de Yeray, magistral.
Como también la acción de Unai Simón en el tramo final del encuentro ante Santiago Arias. Como la de Oblak, de las que dan puntos. Sobre la línea para evitar un gol cantado.
Fue la parte final del encuentro cuando los 'leones' y Garitano echaron falta el ánimo de una afición que, aunque triste por no poder estar en el campo, seguro que quedó satisfecha por la actitud y el juego de los suyos. A los que apenas si les sobró un par de errores encadenados de Yeray en el rápido empate colchonero.
De los pocos peros al Athletic en su regreso, para el que se demostró preparado. Su capitán y las buenas sensaciones lo confirmaron.
Aunque Europa, el objetivo para este inédito sprint final postconfinamiento, sigue a la misma lejana distancia de cinco puntos y tres puestos. En Ipurua este miércoles, si repite partido, puede empezar a aminorarla.