Con el Tottenham ahora disputando sus partidos como local en Wembley, ambos equipos se han distanciado un poco en los últimos tiempos. Pero si en algo destaca en el fútbol inglés es en tratar de mantener siempre sus tradiciones.
De esta forma y echando un vistazo al barrio que reúne a dos de los mejores equipos de la capital inglesa, Arsenal y Tottenham han estado siempre separados por una distancia de poco más de seis kilómetros y medio, un espacio que abarca una rivalidad histórica.
Una tensión que ni siquiera la buena relación entre Unai Emery y Mauricio Pochettino, entrenadores de uno y otro bando, han logrado rebajar. Con la Carabao Cup de excusa, los 'spurs' abandonaron su fría estancia a las afueras de Londres y se adentraron en la 'City' para vencer a los 'gunners' en su propio feudo.
Y ganaron, en gran medida, gracias a una estelar actuación de Dele Alli. Un jugador que hace tiempo dejó de ser una promesa y decidió tomar las riendas del club que apostó por él. Junto con Eriksen, ambos se encargan de ejercer el liderazgo creativo de un equipo que sin Kane en la tarde del miércoles encontró su 'big three' algo desestabilizado.
El inglés logró una asistencia para Son en el 20' de la primera mitad, y se encargó él mismo de doblegar a su gran rival en el minuto 59. Un pase magistral del danés -'partner in crime'- por encima de la defensa dejó a Alli solo, haciendo muy factible la vaselina a Petr Cech. Luego se las tuvo tiesas con la afición.
Con el 0-2 el Tottenham estará entre los cuatro mejores de una competición que tiene un buen cartel para las fases finales. Chelsea y City acomparán a los 'spurs' y al modesto Burton Albion, que venció 0-1 al Middlesbrough.