Cuando Vinicius vuelva de vacaciones, firmará un nuevo contrato con el Real Madrid, pero no será un contrato cualquiera. El club quiere recompensarle por su buen trabajo en estos cuatro años y hacer de él una de las referencias del proyecto del Santiago Bernabéu. Tras la decepción de Mbappé, él será el que encarne esa figura de joven 'crack' llamado a ganarlo todo vestido de blanco.
El diario 'Marca' asegura que su cláusula de rescisión será de 1.000 millones de euros y que pasará a ser de los que más cobran de toda la plantilla. Esto, sumado a que se comprometerá hasta 2027, le dará confianza y galones de cara a los años venideros, en los que la dirección confía en que pelee por objetivos nobles como el Balón de Oro.
Gusta del brasileño no solo su rendimiento en términos absolutos, sino el hecho de que su nivel evidencie que el club está acertando en su nueva política de incorporación de jugadores con elevada proyección de futuro. Si salió bien con él, puede ocurrir lo mismo con otros llamados al triunfo como Tchouaméni o Camavinga.
Junto a Karim Benzema, una suerte de mentor para él, ha conseguido dejar atrás las malas sensaciones que emanaba en un principio, cuando se le criticaba por su falta de definición de cara a la meta a pesar de su gran regate. Ahora, es un profesional mucho más completo y parte inherente de la nueva Champions que adorna las vitrinas del Bernabéu.