Sufrió mucho el Olympique de Lyon para ganar en su casa ante Saint-Étienne y encaramarse a la segunda plaza de la Ligue1. El derbi fue lo que todo el mundo esperaba, un duelo intenso y con ocasiones para ambos equipos.
Tras la espectacular puesta en escena por parte de la afición local, el partido comenzó con dominio vistante. Los pupilos de Jean-Louis Gasset disfrutaron de las primeras oportunidades del encuentro.
Los balones colgados al área por parte de la escuadra verde fueron un quebradero de cabeza para el equipo lionés. Subotic, Debuchy y Cabella intentaron rematar en varias ocasiones sin éxito.
En la segunda parte cambiaron las tornas y el conjunto local se lanzó al ataque. Comenzaron a aparecer NDombèlé, Cornet y Memphis Depay para asegurar el control del partido.
De las botas de este último nació el gol del Olympique. Jason Denayer aprovechó un centro al primer palo para rematar de cabeza al fondo de la red y dar la ventaja a su equipo.
Sin embargo, el partido se complicó a 20 minutos del final con la expulsión de Rafael tras una dura entrada. Los locales resistieron las acometidas y se llevaron la victoria en el derbi del Ródano