El Oporto se hizo con tres puntos de mucha importancia para seguir ahí arriba, en la perea por el título de campeón de Portugal, ante un Santa Clara combativo. Este queda incrustado en la zona media de la tabla tras darlo todo ante sus aficionados.
Los 'dragones' lograron poner nerviosa a su presa nada más comenzar el partido. La evidencia estuvo en un casi autogol de Joao Afonso, que no acertó a desviar correctamente un centro a la olla y por poco firma el 0-1 demasiado pronto. Desde entonces, fueron mejorando.
A pesar de un buen rato en el que las tornas se igualaron más gracias al buen hacer de los locales, los de Sérgio Conceiçao se iban imponiendo. Tecatito estaba siendo vital en estos términos: sus internadas por banda para poner pases de peligro eran más que dolorosas.
Pero fue Manafá el que abrió la lata gracias a una gran triangulación. Él mismo comenzó la jugada con Sérgio Oliveira, con quien se entendió a las mil maravillas para acabar poniendo a los suyos por delante. Jugaron más liberados desde la diana.
En el segundo acto, a pesar de que el Santa Clara seguía empeñado en vender cara su piel, no llegaban las ocasiones claras. El Oporto se estaba defendiendo solventemente de todas las acometidas contrarias; manejaba el ritmo del partido y atacaba cuando tocaba.
Rompió el disminuido ritmo de este tramo Marcano gracias a la asistencia número dos de Oliveira en el choque. Puso en esta ocasión un centro preciso a la olla para que llegara el defensa desde atrás y se sirviera de un imponente cabezazo para firmar la sentencia.
El tramo final no dio para más. Los de casa eran conscientes de que habían sido derrotados en su intento de sorprender a los 'dragones' y estos dejaban que el cronómetro corriera para pegarle el bocado a los puntos. Deberes hechos y misión cumplida.