Si buscamos el significado de lo que es el conformismo en una persona, la definición no puede ser más precisa: es la actitud de aquel que se adapta a cualquier circunstancia, cuando es adversa o injusta. Si aplicamos esto en términos futbolísticos, el Inter reflejó este comportamiento en Do Dragao.
Y decimos esto porque los de Simone Inzaghi se limitaron a jugar con el 0-1 de la ida en el Giuseppe Meazza. El técnico ya tenía planteado un partido bastante cerrado y su defensa hizo un partido excelso tras contener los ataques locales de principio a fin. Eso sí, los visitantes también tuvieron una pizca de suerte porque se salvaron en el añadido con dos palos en apenas 30 segundos.
El Inter es un equipo que se siente cómodo especulando, aunque alguna vez que otra no le ha salido el plan que tenía preestablecido. En esta ocasión, todo le salió a las mil maravillas porque aguantó el 0-0, que era lo que quería, aunque con mucho sufrimiento por lo visto en la recta final del encuentro.
Ya desde el inicio, el Oporto tomó la iniciativa y trató de usar el balón para intentar hacerle daño a su oponente. A los 'nerazzurri' poco les importó que el rival tuviera la pelota, ya que tenía claro que el objetivo era no conceder espacios.
La defensa se empleó muy bien a fondo, con Acerbi, Bastoni, Darmian, Dimarco y Dumfries dando una cátedra atrás. No había pelota que no interceptaran. Eso llevó a que los de Conceiçao tuvieran que probar fortuna desde fuera del área.
Uribe empezó con una volea inicial que Onana mandó a córner con la yema de los dedos y de ahí se pasó a un intento tímido de Grujic. El Inter, que tenía un frontón plantado en el campo, respondió con un disparo cruzado de Dzeko que interceptó Diogo Costa.
El Oporto achucha, el Inter no cede y tiene fortuna al final
En la recta final del primer tiempo, el Oporto estuvo bastante cerca de poder adelantarse en el partido en una gran acción combinativa de los locales. La pelota le llegó a Evanilson dentro del área y Dimarco estuvo rápido al quite para desviar el disparo de su oponente.
Fueron momentos complicados para los de Inzagui, que recibieron el descanso con los brazos abiertos. Llegó en el momento que más lo necesitaban porque era cuando más apretaba el equipo portugués.
Tras la reanudación, el guion de partido no cambió y el Oporto siguió poniendo la voluntad ante un Inter que seguía entusiasmado con la idea de seguir manteniendo su pared y tratar de que nadie fuera capaz de generar ningún tipo de grieta.
La línea defensiva 'nerazzurra' seguía manteniendo el buen papel del primer acto. En una de las primeras internadas de los 'dragones', Matteo Darmian fue directo al suelo para rebañarle la pelota a Galeno cuando se había marchado con un toque dentro del área.
Conceiçao, viendo que tenía que dar frescura al equipo, metió más artillería al campo e Inzagui trató de contrarrestarlo con la entrada de D'Ambrosio y De Vrij, este último sustituyó al lesionado Bastoni. Lukaku también tuvo minutos, pero no tuvo participación en el partido al igual que Lautaro.
Solo se le recuerda al argentino un centro-chut sin ángulo al filo del descanso. Estaba claro que lo único que le importaba al Inter de Milán era mantener el resultado de la ida y casi acabó tirado en la lona con un 'k.o.' técnico en el añadido.
El Oporto, con los 'nerazzurri' embotellados, tuvieron tres grandes oportunidades para igualar la eliminatoria y forzar la prórroga, pero la fortuna les fue esquiva. Marcano, ante una maraña de jugadores, sacó un disparo al palo derecho y Dumfries metió la pierna a pocos metros de la línea.
Tras esa acción llegaron dos clarísimas. Taremi cabeceó en el área chica, Onana desvió y la pelota fue al poste. La jugada continuó y Grujic, en otro testarazo, también se topó con el larguero. Era increíble lo que había pasado en cuestión de 30 segundos.
El Inter fue capaz de aguantar el resultado de la ida y se conformó con un 0-0 ante un Oporto que acabó con diez por la expulsión de Pepê. El fútbol es lo que tiene: si quieres ganar, la pelota la tienes que meter. Los lombardos vuelven a los cuartos de final 12 años después.