El Orihuela CF jugó su último partido en el Grupo III de Segunda División el pasado 8 de marzo en Andorra en donde cayó por 2-1. El campeonato se paralizó tras decretarse el estado de alarma en España por la pandemia de COVID-19 y, en ese momento, el equipo que entrena Gerard Albadalejo era colista con 23 puntos, a cuatro de la permanencia.
Aunque la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en la que se da por terminada la competición regular sin descensos en Segunda División B, debe ser ratificada esta semana por la Junta Directiva y la Comisión Delegada, todo apunta a que el Orihuela es uno de los clubes beneficiados con esta solución pese a figurar como colista cuando se interrumpió el campeonato.
Curiosamente, la continuidad del conjunto alicantino en Segunda División B se produce justo un año después de que lograra el título de campeón en el Grupo VI de Tercera División, temporada en la que el equipo que entonces dirigía Miguel Ángel Villafaina igualó el récord de victorias consecutivas con diez triunfos y estableció el mejor promedio histórico de puntos en una campaña en el citado grupo.
Para el club alicantino, la continuidad en Segunda División B representa un "alivio" y disfrutar de una "nueva oportunidad" para mejorar la planificación deportiva con vista a la próxima temporada en la categoría de bronce del fútbol español.