Al Parma no le atacó el coronavirus, pero sí un lobo con piel de cordero llamado SPAL, que aterrizó en el Ennio Tardini de manera sibilina para dar un golpe en la línea de flotación de los 'crociati'.
Un gol de Petagna en la segunda mitad, y desde los once metros, fue suficiente para que los de Ferrara se llevaran un exiguo 0-1 que les da algo de vida pese a que la salvación queda aún a siete puntos.
Fue un encuentro extraño que empezó a las 13:45 horas, cuando debió hacerlo treinta minutos después del mediodía. Una medida de última hora tomada para salvar una nueva suspensión del encuentro que pareció dejar a los de Roberto D'Aversa con algo parecido a un 'jet lag'.
En un encuentro sin mucha historia, Gagliolo fue el primero en intentarlo en el minuto 20 desde el borde del área. El esférico se marchó a la izquierda del cancerbero Berisha. Ya en el 37', Iacoponi saltó más que nadie a la salida de un córner que cabeceó arriba.
En la segunda mitad, Valoti avisó para el SPAL a los tres minutos, pero Colombi evitó el 0-1. Sin embargo, la ocasión más clara antes del gol la tuvo Gervinho, quien remató alto en el minuto 64 un centro que únicamente tenía que empujar.
El que perdona lo paga. Dos minutos después, Bruno Alves cometió penalti sobre Petagna que él mismo se encargó de transformar. El marcador ya no se movió y el SPAL se llevó de manera inesperada un duelo que deja al Parma con 35 puntos, a cuatro de Europa.