Hay negocios que salen mal desde el principio. Pues bien, uno de ellos es el del Atlético Huila, que se desplazó 300 kilómetros de su ciudad para jugar como local y sólo dos personas acudieron al estadio a presenciar el partido.
El Atlético Huila, que tiene su estadio en Neiva en obras, está obligado a jugar lejos durante los 10 próximos partidos hasta que los arreglos concluyan.
"Sabíamos que estábamos expuestos a esto, pero no esperábamos que sólo se vendieran dos entradas. A pesar de estos paupérrimos números, esto es una realidad habitual en el fútbol colombiano. Los aficionados casi no asisten a los estadios. Elegimos jugar en Armenia porque el alquiler del estadio Centenario era el más asequible y cercano", explicó el gerente del Atlético Huila.
Al final, lo único bueno del fin de semana fue el triunfo ante el Petrolera. Y es que alquilar el estadio le costó al equipo la friolera de 8.000 euros de los cuales sólo recaudaron 12.
De cara a los encuentros que están por llegar, los directivos del Atlético Huila buscan alternativas que les permitan seguir jugando sin arruinarse.