¿El partido más amañado de la historia?

Coronel Aguirre, presidido por el hermano de Lavezzi, y San Jorge, en el Torneo Federal B de Argentina, protagonizaron una de las escenas más lamentables que se pueden ver en el fútbol. El amaño no deja lugar a dudas y hace reflexionar de la limpieza del deportes rey, sea modesto o no.

Corría el minuto 42 cuando un jugador de San Jorge marcó un auténtico golazo. Desde 30 metros empalmó un remate que se coló por la escuadra de la portería rival. ¿Cuál fue su reacción? Echarse las manos a la cabeza... Mientras, sus compañeros no quisieron ni oir hablar de celebraciones. Había que volver a su campo para dejarse perder.

El partido se desvirtuó por completo. Las amenazas al portero por parte de los recogepelotas eran constantes, los jugadores de San Jorge denuncian que iban armados, y la actitud de los jugadores visitantes habla por sí sola.

Tras marcar el tanto del empate, un jugador ya sustituido saltó al terreno de juego para recordarle al portero que tenía que dejarse encajar otro gol. Dicho y hecho, aunque el guardameta puso un mínimo de resistencia y otro tanto de dignidad.

Fue el árbitro, para rematar, el que ayudó a completar la remontada, concediendo un gol en claro fuera de juego. Pero para el hermano de Lavezzi nada de esto es cierto: "No somos mafiososs. En todas las canchas te insultan, te gritan. Acá ni siquiera los escupieron".

Juzguen ustedes mismos.