El Milan solo pudo rascar un empate en la visita del Hellas Verona a San Siro con un 2-2 final que quedó corto para los de Stefano Pioli. Un resultado no tan malo después de comenzar con 0-2 en el marcador.
Ya con el 1-2, el cuadro 'rossonero' se encontró con una pena máxima para igualar a más de 20 minutos para el final. El encargado de lanzarla fue, cómo no, Zlatan Ibrahimovic.
El sueco, sin embargo, mandó a las nubes su disparo para su cabreo. Ha fallado cuatro penaltis de los últimos seis que ha lanzado. Una tarea a mejorar.
Pero Ibra no bajó los brazos. En el 92', aprovechó el añadido para cabecear un centro tocado y rescatar un punto para el Milan en una semana para olvidar.