Es uno de los partidos con más fama en la historia de la Champions League. Un golazo de Andrés Iniesta en el tiempo de añadido clasificó al Barcelona para la final de la temporada 2008-09 en Stamford Bridge.
Pero el Chelsea protestó varios penaltis que Ovrebo no señaló. La actuación del colegiado recibió numerosas críticas y, a día de hoy, este se considera como uno de los partidos más mediáticos en la historia.
Jon Obi Mikel recordó cómo fue el pospartido: "Fue un caos en el túnel y, después, en el vestuario. Había botellas y cosas volando por todas partes. Rompieron las mesas. Todos gritaban y chillaban".
"No sé ahora, pero perder en aquella época era algo que no llevábamos bien... pero esa fue una noche realmente loca. Drogba perdió los papeles en el campo y luego siguió en el vestuario", agregó en 'The Athletic'.