Ser una estrella no está reñido con ser una gran persona. André-Pierre Gignac es uno de esos jugadores que, siempre que puede, aprovecha para complacer a sus aficionados.
En esta ocasión el afortunado fue el joven Marco Damián. El chico, de cuatro años, lucha día a día contra el cáncer y tenía el sueño de conocer al ariete de Tigres.
Y allí se presentó en el Universitario, donde Gignac le regaló una camiseta firmada y pasó el rato jugando y hablando con él. Porque hacer felices a los más pequeños cuesta muy poco.
11 de septiembre de 2019