El presidente-jugador que entró al campo junto a su hijo juvenil y marcó un gol ¡con 52 años!

No todo es el fútbol de las estrellas. De estadios llenos, de derechos millonarios de televisión. No todo el fútbol es la Champions ni los fichajes millonarios que parecen interesar a la gran mayoría de los aficionados. También hay otro fútbol, el de barro, que le da vida cada semana a clubes y territorios más modestos (que no pequeños) y del que salen historias tan maravillosas como esta.

Arturo Para es el presidente del Son Veri, equipo que milita en Tercera RFEF. Y ha sido protagonista recientemente por un par de hechos curiosos y poco habituales. Y es que, a sus 52 años, no solo es el mandamás del club, sino que también es uno más en la plantilla. Ante el Portmany, le hizo ser noticia que marcase un gol y, además, que entrase desde el banquillo a la misma vez que su hijo Álvaro, aún en edad juvenil.

Pudo disputar sus primeros minutos del año tras superar problemas físicos justamente en ese encuentro, como aseguró a BeSoccer, al que atendió amablemente la llamada ante tal insólito hecho. No todos los días se marca un gol a esa edad, siendo el presidente y entrando al partido de la mano de un hijo.

Arturo Para subrayó que hacía un cuarto de siglo que no jugaba en Tercera y dejó claro que era uno más en el equipo, pese a su figura de presidente. Para el encuentro ante el Portmany, el Son Veri, de Mallorca, debía viajar a Ibiza y, ante las numerosas bajas y al estar ya recuperado, fue el momento perfecto para debutar este curso.

No fue titular, ya que nos confesó que no está "para los 90 minutos", aunque "sí para 30' o 45". Ni el partido estaba siendo fácil, ya que se quedaron con diez a los 40 minutos con 1-0 en contra, ni lo está siendo la temporada, ya que marchan últimos de su grupo con 15 puntos de 87 posibles.

El Son Veri se deshizo en la segunda mitad. Tres tantos más encajaron los visitantes antes de que Arturo y su hijo Álvaro entrasen al campo en el minuto 76. "No es habitual para mí meter goles", admitió, ya que se desempeña como pivote defensivo. Sin embargo, asumió la responsabilidad de lanzar un penalti en el minuto 82 que logró transformar para convertirse en uno de esos protagonistas de enormes historias del fútbol de barro.