Erling Haaland ya está aquí. A base de goles, lo que mejor sabe hacer, el delantero puso patas arriba un partido que se ponía imposible con un olfato que en la actualidad pocos atesoran en Europa.
Venía de Austria y las dudas estaban ahí, pero su entrada en la Bundesliga no pudo ser mejor. Pocas aficiones serán más felices que la del Borussia Dortmund, que ya disfruta y a lo grande del bombazo del mercado invernal.
Hasta su aparición, el equipo de Lucien Favre se ahogaba ante un Augsburgo que lució efectividad. A la media hora de juego y en un contraataque, Niederlechner recibió de Rubén Vargas para batir a Burki. Y tras el descanso, Marco Richter definía para hacer el 2-0.
Reaccionaría el Borussia y tres minutos después encontraba el 2-1 por mediación de Julian Brandt, pero el Augsburgo quería matar el partido y Niederlechner rubricaría su doblete con otro disparo dentro del área a pase de Philipp Max en el 54'.
Haaland lo cambió todo
Esa era la historia de un partido. Cuando Haaland entró por Piszczek fue otro muy distinto. El Borussia se agitó, tomó el mando, mandó a todos arriba y martilleó al Augsburgo con la precisión milimétrica del noruego de origen, que empezó a justificar los millones de su fichaje desde el primer día.
Tres minutos necesitó Haaland para abrir su cuenta particular en su debut oficial con los 'borussers'. Jadon Sancho, líder omnipresente, filtró hacia el desmarque del delantero y este definió ante Koubek, pero no lo celebró. Iba a ganar el partido y vaya si lo hizo.
El inglés definiría en el 61' el empate y en el 70' fue Thorgan Hazard el que recibió tras la desordenada defensa local para marcharse del portero y entregar en bandeja de plata el 3-4 a Haaland. Doblete en once minutos que se transformó en 'hat trick' en 20.
En el 79', Haaland corrió como un galgo al espacio, encaró a Koubek y volvió a batirle, esta vez con un colocado disparo de zurda. Haaland dio su primer 'show'. Un espectáculo que da puntos y pone los dientes largos porque Europa quiere más.
January 18, 2020