La presidenta del grupo de LFI en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, justificó la solicitud de que se suspenda el Francia-Israel porque "el riesgo de incidentes es muy alto", apenas cinco días más tarde de los incidentes con algunos hinchas israelíes del Maccabi Haifa que se habían desplazado a Ámsterdam para un partido europeo ante el Ajax.
El encuentro del jueves, de la fase de grupos de la Liga de las Naciones, se disputará en el Estadio de Francia de Saint Denis entre enormes medidas de seguridad (entre ellas, 4.000 policías movilizados) y con la asistencia del presidente Emmanuel Macron.
El LFI, el tercer partido en número de diputados en la Asamblea Nacional y que atrae buena parte del voto musulmán en Francia, ha sido especialmente crítico con Israel desde los ataques de la milicia islamista de Hamás, del 7 de octubre de 2023, y la respuesta israelí a los mismos.
El conflicto en Gaza, y después en Líbano, ha aumentado la tensión política en Francia, país que tiene a la comunidad judía más numerosa de Europa (casi 800.000 personas), al tiempo que su población de religión musulmana es también la más elevada en el continente (unos 5,5 millones, 8% de la población).
El Gobierno francés, de centro-derecha, ha insistido en que el partido se celebrará y, para ello, desplegará a 4.000 efectivos policiales, además de que se han prohibido las banderas palestinas dentro del estadio.
Además, hasta ahora solo se han vendido unas 20.000 entradas para un estadio con una capacidad de 80.000 espectadores.
Dos de los convocados de Francia para el encuentro del jueves, el portero Lucas Chevalier y el defensa Dayot Upamecano, fueron preguntados este martes durante una conferencia de prensa sobre si la cita debería o no celebrarse.
"Puedo comprender por qué algunos hinchas no quieren venir (...) No importa de dónde somos o cuál es nuestra religión, queremos la paz", dijo el Upamecano, defensor del Bayern de Múnich, quien rehuyó opinar si el partido debe o no celebrarse.
Chevalier, portero del Lille que debuta a sus 23 años en una convocatoria de la Selección Absoluta, dijo que intentarán jugar como "si se tratase de un partido normal".