Es un criterio importante en la entidad muniquesa, donde no acabaron muy satisfechos del todo con el paso de Pep Guardiola y Carlo Ancelotti, a pesar de que ambos perpetuaron el dominio en la Bundesliga, cuestión que parece que asegurará también Kovac el próximo fin de semana, salvo gran sorpresa.
De hecho, el actual inquilino fue uno de los grandes beneficiados de esa política. Cumplía el requisito y ello se sumó a su sobresaliente temporada, que finalizó precisamente derrotando en la final de la Copa Alemana al Bayern de Múnich con su Eintracht de Frankfurt.
El medio teutón se hace eco de varios nombres que estarían bajo esa etiqueta, como es el caso del entrenador del RB Leipzig, Ralf Rangick.
También está ahí Mark van Bommel, holandés y técnico del PSV, aunque domina perfectamente la lengua alemana tras su estancia de cuatro años en Múnich.