Este mismo verano, el PSG intentó sin éxito llevarse a la capital francesa a dos centrocampistas del Barça, ambos estrellas y hombres clave: Rakitic y Busquets. Lo del croata estuvo a punto de hacerse, mientras que lo del canterano quedó en nada y terminó renovando con el cuadro azulgrana.
Busquets amplió su contrato hasta 2023. También su cláusula fue mejorada, alcanzando ahora los 500 millones de euros. Un blindaje que ha sido constante en los últimos tiempos en 'Can Barça', sobre todo desde que Neymar abandonara el club para, precisamente, fichar por el PSG.
Entre medias, el Barça le echó el ojo a Rabiot, por el que lleva peleando durante varios meses. El francés no renueva y su contrato expira al término de la presente temporada, algo que disparará su cartel por Europa. Consciente de ello, el PSG trató de sacar partido a una compleja situación.
En este sentido, 'Mundo Deportivo' informó que la entidad presidida por Al-Khelaïfi incluyó a Rabiot en la supuesta oferta por Busquets, que fue rechazada tajantemente por el Barcelona. El PSG se quedó con un Rabiot que piensa en un futuro lejos de París, mientras que Busquets está en condiciones de poder colgar las botas vestido de azulgrana.