El PSG perdona la vida al Arsenal y termina cediendo un empate

El PSG salió al Parque de los Príncipes como un ciclón, y sólo necesitó un minuto para anotar el primer gol del partido, y por ende de la actual Champions League.

Centró Aurier, uno de los mejores de los parisinos hasta que se retiró 'tocado', y Cavani cabeceó gracias a un garrafal error de marca de Mustafi. Ospina nada pudo hacer y el uruguayo hizo de este modo su mejor intervención del partido.

Porque si Cavani hubiera estado fino, el PSG se hubiera ido al descanso con un 2-0 como mínimo. Pero no era su día, no estuvo acertado de cara a gol y fue protagonista por sus errores más que por sus aciertos.

El PSG desperdició la ocasión. El Arsenal se encontró con un gol en contra en el primer minuto y no reaccionó. Era un 'pelele' en manos de los parisinos, pero cual felino que juega con un ratón en lugar de devorarlo, no acertó a sentenciar y parecía sólo buscar divertirse.

Di María tuvo en sus botas el segundo, que hubiera sido para enmarcar. En medio de la acometida parisina, llegó un córner, uno más. Lo botó Ángel di María, y lo hizo directo a puerta. Esta vez Ospina, más atento, la detuvo, y forzó otro córner.

Pero pasaron los minutos y el Arsenal comenzaba a engranar. A despertar. A llegar al área de Areola. Y con cierto peligro, de hecho.

Sin embargo, la ocasión de gol de la recta final fue de nuevo de color azul oscuro. Cavani la tuvo en sus botas, al llevarse un balón dividido ante la salida de Ospina, muy irregular en todo el partido. Superó al meta colombiano, pero cuando chutó se encontraba muy forzado y su disparo se marchó desviado.

Con un 1-0 que sabía a muy poco nos fuimos al descanso. Tras la reanudación, más de lo mismo. El PSG dominaba, pero no transformaba ese dominio en goles. Y el Arsenal fue entrando en calor con el paso de los minutos.

Wenger movió el banquillo y metió a Giroud y Xhaka, y al Arsenal le cambió la cara por completo. Chamberlain lo intentó de todas las formas que pudo, pero estaba agotado. La entrada de Giroud revolución a los 'gunners'. Emery, por su parte, quitó a Rabiot para asegurar el centro del campo con Motta.

Y llegó el gol londinense. Como se dice, 'tanto fue el cántaro a la fuente...'. Un doble remate dentro del área parisina acabó en gol. El primer disparo lo detuvo Areola de forma magistral, pero nada pudo hacer ante el segundo, un zapatazo de Alexis Sánchez, quien se erigió en salvador de la noche para Wenger.

Emery no se lo podía creer, como todo el Parque de los Príncipes. El Arsenal había tenido las ocasiones contadas y había empatado. Y eso si no le terminaba de dar la vuelta al marcador.

Volvió a tenerla en sus botas Cavani, quien ya falló otra clara en esta segunda parte. Esta vez trató de superar a Ospina, pero el colombiano le sacó el balón de los pies con una buena mano. Cayó en el área y reclamó penalti, pero había perdido el esférico de forma limpia.

Los nervios comenzaron a tensarse y el colegiado regó la recta final del partido de amarillas. Kassai amonestó a Giroud en el 88, a Motta en el 90 y de nuevo a Giroud, junto a Verrati, en el tiempo de descuento, por un enganchón entre ambos. Era la segunda para los dos (el italiano vio la primera en el primer tiempo), y PSG y Arsenal afrontaron la última jugada con uno menos.

Un córner, botado por Di María. Beso al balón, saque retenido por los habituales agarrones dentro del área, centro al punto de penalti y... No llegó Matuidi.

Kassai pitó el final y el Parque de los Príncipes pitó a los suyos. Nuevo suspenso de Emery ante su juez más duro. Y un punto que vale oro para el Arsenal.