No está nada fino el PSG. El calendario apretado obliga a Tuchel a rotar, y los suplentes distan de estar lejos del nivel que de ellos se espera. Y eso, ni con Neymar y Mbappé sobre el campo, se puede corregir. No pudo pasar del empate ante el Girondins. Y puede dar las gracias.
Empezó el partido el PSG mandando, como era de esperar. Aún así, concedió bien pronto algunas posesiones de peligro al Girondins, y de un córner llegó el gol del 0-1.
El joven Pembélé, que debutaba en partido oficial con el PSG en este encuentro, saltó para evitar el remate de Maja, y el balón salió hacia su portería. Sergio Rico, titular hoy para dar descanso a un Keylor que vio el encuentro desde la grada, no llegó a evitar el desastre.
Se puso el Girondins 0-1 con un gol en contra, pero ahí se terminó su suerte. El PSG se puso serio y comenzó un asedio constante que erigió a Costil, guardameta y capitán del club bordelés, como héroe del partido.
Detuvo una tras otra todas las ocasiones de que dispuso el PSG, hasta que llegó el VAR para amargar la tarde al equipo visitante. Una pérdida de Ben Arfa regaló el balón a Neymar, y este en el área fue zancadilleado por Otavio.
El árbitro dijo que se tocó balón, pero el VAR le sugirió echar un vistazo al monitor. Porque, efectivamente, hubo zancadilla. Penalti que Neymar convirtió, para igualar la contienda.
El gol desconectó al Girondins, que encajó el segundo al minuto siguiente. Fue Kean quien puso por delante al PSG, tras un tiro durísimo de Neymar que, como preámbulo de lo que iba a suceder después, despejó Costil.
En un abrir y cerrar de ojos el PSG había remontado y se había puesto 2-1. Y ahí fue cuando Costil se visitió de héroe.
Sobrevivió el Girondins al asedio parisino, en parte por Costil, en parte porque hoy Mbappé parecía que no quería jugar. Intentaba siempre lo más difícil, taconazos, regates imposibles... Y nada le salía, claro está.
Y aunque la primera del segundo tiempo fue de Hwang, fue Mbappé quien vio puerta, tras marcar un soberbio golazo con dos toque de espuela suyos, anulado por el asistente por fuera de juego.
En el 55', otra vez. Otra clarísima, y otra ocasión que desperdicia el joven francés. Y conforme el partido se acercó a la hora de partido, el Girondins fue resucitando.
Los cambios le dieron una nueva vida al club bordelés, y el partido se le puso cuesta arriba al PSG. Tanto, que en el 60' un ex canterano suyo, Yacine Adli, empató el duelo a pase de otro ex parisino, Hatem Ben Arfa.
Un Ben Arfa que sería protagonista en la recta final, buscando una y otra vez el gol del triunfo ante la impotencia de un PSG que dinamitó su centro del campo y que evidenció tener graves problemas defensivos.
Porque aunque Kimpembe no juegue nada mal, hoy tenía a su lado a un jovencísimo Pembélé, que si bien poca culpa tuvo en el autogol, demostró que aún tiene que madurar para poder hacerse un hueco en el primer equipo.
Se animó a subir al ataque en alguna que otra ocasión, pero donde debía aportar, en defensa, tenía claras lagunas. Aún así, el Paris Saint-Germain sobrevivió al último cambio suicida de Tuchel, con el que dejó a Ander Herrera como único centrocampista para terminar el partido con Neymar, Mbappé, Di María, Sarabia e Icardi arriba.
El experimento no le estalló en la cara al alemán, pero tampoco le dio resultado en esos cinco minutos, más el añadido, en los que el PSG jugó sin red. Al final, empate a dos que da un punto más a cada uno. Se pone el PSG con 25, y el Lille podría darle caza en el liderato. El Girondins adelanta, al menos de forma momentánea, al Angers y se pone undécimo, con 16 unidades.