La crisis del coronavirus ha tomado por banda hasta al PSG, uno de los gigantes económicos más grandes del mundo (si no el que más). Pese al músculo financiero de Catar, su desequilibrio presupuestario y la presión de la UEFA tienen al club en jaque.
Según la auditoría KPMG, los parisinos son el campeón de las seis principales ligas europeas con mayor déficit. 125,8 millones de euros perdieron al final del ejercicio 2019-20, principalmente por culpa de la ausencia de público y del dramático descenso en los ingresos por televisión.
Ante esta situación, 'France Bleu Paris' publica que el PSG ha pedido al Gobierno acogerse al 'chômage partiel', el decreto ley equivalente a los ERTE en España para abonar solo una mínima parte del sueldo de sus trabajadores.
No es novedad, sino que el Paris Saint-Germanin ha pedido renovarlo en este mes de enero, ya que llevaba ejecutándolo desde el pasado marzo, justo en el estallido de la pandemia del COVID-19.
Esta medida afectará a 400 de los alrededor de 700 trabajadores que tiene el club fuera de la primera plantilla, cuyos jugadores no se ven afectados. Aparentemente, los empleados entran en suspensión temporal uno o varios días por semana.
El cierre del Parque de los Príncipes supuso la pérdida de unos 24 millones de euros para el PSG, pero es que la ruptura del acuerdo de Mediapro con la Ligue 1 es un golpe aún mayor que está afectando a todo el campeonato.
La compañía audiovisual que preside Jaume Rouses dejó sin pagar los dos primeros plazos del contrato para esta temporada, de 172,3 millones de euros en octubre y de 152,5 en diciembre. Sin estos ingresos, todos los clubes se están acogiendo a las ayudas gubernamentales.