Los tres puntos que sacó el Racing del Nuevo Los Pajaritos fueron oro. Un tesoro de un valor muy alto. A pesar de que no sirven para adelantar puestos en la tabla, sí para dar un golpe sobre la mesa: Santander no se rinde. El Numancia, desacertado, acumuló con este empate seis partidos sin ganar.
La leve superioridad soriana empezó pronto y se mantuvo durante toda la primera mitad. El problema residía en que casi todos los intentos eran iguales: centros al área que la zaga rechazaba sin problemas. Faltaba un último pase que rompiera líneas o alguna genialidad individual.
Lo de contenerles lo estaba haciendo bien el cuadro de Oltra, pero estaba desequilibrado. Achicaba correctamente los innumerables centros rivales y no inventaba nada en sus turnos de ataque. Solo un par de chuts de David Rodríguez argumentaron lo contrario.
Los cántabros no solo no mejoraban al comienzo de la segunda mitad, sino que se quedaron con uno menos por una expulsión polémica. Buñuel cortó un pase en profundidad a Albiach poniéndole el pie a la altura de la cara y el colegiado fue a verlo al monitor. Ya fuera porque consideró que hubo contacto o porque cortó con falta una ocasión manifiesta de gol, le sacó la roja directa.
Pero el Racing supo surfear en su estrépito. Cinco minutos después de la expulsión, Cejudo puso un centro lateral y Derik, sin querer, se lo metió en propia. El intento de despeje fue paupérrimo. Sirvió para regalarle un tesoro a los cántabros, que, por las cosas del fútbol, sí que sacaron su potencial cuando estaban en inferioridad.
Lo evidenció Manu. Llegó desde atrás para rematar un saque de esquina y lo reventó. Su remate se coló con violencia en la red y sonó a que Santander nunca se rinde. Barrio llegó a tocar la pelota, pero no pudo evitar el tanto. La prioridad desde entonces fue defender la inesperada ventaja.
El Numancia se hizo un 'all in', pero no pudo ganar la partida. Se quedó en el intento por poco. Tras un asedio en el que los principales bombarderos fueron Curro y Escassi, solo encontraron premio en una volea de Noguera para el 1-2. No hubo tiempo para más: oxígeno para los santanderinos, malas sensaciones para los sorianos.