El pasado 30 de junio finalizaron los contratos de todas las jugadoras de la plantilla, algo habitual cada temporada, salvo algunas excepciones, pero este año el agravante del descenso y el enrarecido ambiente a nivel interno con la dirección del Rayo ha provocado que la mayoría de las jugadoras se hayan despedido cerrando la puerta a una posible continuidad.
Para mantener el proyecto del equipo femenino el Rayo Vallecano tendrá que hacer una plantilla totalmente nueva puesto que, hasta el momento, las posibilidades de continuidad de algunas de las jugadoras que aún no han hablado sobre su futuro son mínimas.
Entre las futbolistas que anunciaron a través de las redes sociales su marcha del club están las internacionales chilenas Camila Sáez y Yanara Aedo, dos de las jugadores más importantes dentro del vestuario rayista.
El inquilino del banquillo tampoco se conoce de forma oficial aunque todo apunta a que seguirá siendo Carlos Santiso, que regresó al club el pasado mes de enero envuelto en una polémica que indignó a la afición y saltó incluso al ámbito de la política.
La indignación por su contratación en el Rayo se debió a unos comentarios machistas que Santiso hizo a su cuerpo técnico, hace más de cuatro años, en el ámbito privado a través de wasap y que obligaron al entrenador a pedir perdón.