Con sufrimiento, con épica, pero una victoria al fin y al cabo. El Rayo Vallecano sudó pero se puede considerar equipo de la segunda fase de la Copa del Rey tras vencer al Teruel.
Apostó Iraola por un once de garantías y solo introdujo a tres canteranos en el equipo inicial. Con la vuelta de Bebé, todo parecía ir rodado para el conjunto madrileño cuando Martos picó el balón ante la salida de Monforte.
El Teruel se repuso, introdujo tres cambios de golpe pero no le sirvieron para dominar una pelota que estaba en los dominios del Rayo. Y con 0-1, el cuadro local se creció y buscó el empate.
Lo encontró, cuando el partido parecía llegar a su fin, por medio de Otin de cabeza, dentro del área y con la defensa del Rayo Vallecano demasiado metido atrás, para mandar el partido a la prórroga.
El golpe no le dolió demasiado a un Rayo Vallecano que en el inicio del tiempo extra se adelantó gracias a Antoñín, pero el Teruel no se iba a rendir tan fácil y volvió a empatar con Julen.
La última palabra, sin embargo, la iba a tener el cuadro franjirrojo. Con el Teruel con un hombre menos por la expulsión de Cabetas, Óscar Valentín marcó el 2-3 cuando muchos pensaban ya en los penaltis.