Las relaciones entre azulgranas y 'ajacied' parece que se postergarán. Johan Cruyff no solo cambió la filosofía en el Camp Nou, también estableció un vínculo que parece complicado de destruir. De hecho, el Ajax-Real Madrid tendrá un fuerte seguimiento desde Barcelona.
Y no solo porque los catalanes sean el eterno rival de los blancos, sino porque vuelve a haber sobre el césped exámenes que le atañen. Como poder ver con especial atención a De Jong, fichado para el año que viene, si es que sus molestias se lo permiten, y otro futurible, Matthijs de Ligt.
Todo arrancó en la década de los 70, con el desembarco de Johan Cruyff en 1973 y el de Neeskens, al año siguiente. La experiencia cambió el estigma perdedor, especialmente en Liga.
Otro de los grandes refuerzos históricos con pasado en el Ajax fue el de Ronald Koeman. El autor del gol que dio la primera Copa de Europa al barcelonismo fue un icono en los 90. Tras él, con menos suerte, firmaron igualmente Witschge y Jordi Cruyff.
El 'Dream Team', ya con Cruyff en su versión de entrenador, murió. E intentó que renaciera de sus cenizas a través de Louis Van Gaal, el hombre que llevó a la cantera del Ajax a ganar la Champions en 1995.
Eso sí, el ADN 'holandescatalán' no tuvo demasiada química. Hubo más sombras que luces en los hermanos De Boer, Reiziger, Bogarde, Overmars y Kluivert (poco después aparecerían en liza también Litmanen y Davids).
Fue con Frank Rijkaard cuando el Barça volvió a saborear las mieles del éxito. Un equipo que jugaba de cine, ganaba títulos y se alzó con la segunda Champions de su historia, la conquistada en París ante el Arsenal.
El último miembro de ese histórico trasvase fue el meta Jasper Cillessen. Y la tradición se mantendrá el año que viene con Frenkie de Jong.