Francisco Pineda (Málaga, 31/01/1959) y Valentín Cidón (León, 21/04/1959) compartieron vestuario en la temporada 1979-80. Ambos jugaron en el épico Castilla que alcanzó la final de la Copa del Rey que perdió 6-1 frente al Real Madrid. Hasta ahora, ha sido la única entre un club y su filial. No se repetirá. Posteriormente, cambiaron la normativa para evitar una situación similar.
Cuatro décadas después aquella gesta, Pineda, desde el Arroyo de la Miel (Benalmádena) y Cidón, desde Marbella, atienden a 'EFE' por teléfono. Por separado, responden a las mismas preguntas para narrar la historia de un equipo mítico que, desde la Segunda División, antes de alcanzar la final eliminó al Hércules, al Athletic, a la Real Sociedad y al Sporting. Luego, les pudo la presión. "No tuvieron piedad".
Pregunta: El técnico de aquella temporada fue Juanjo García, que sustituyó a Santisteban ¿Qué cambió para que pasara aquello?
Pineda: Dio con la tecla, tenía tacto y conocimiento de los jugadores que tenía. Había una buena hornada, el 90% jugó en Primera y Segunda División. Nos dio mucha tranquilidad y contactó muy bien con el grupo. Éramos muy jóvenes, 19 años, una edad complicada. Pero se adaptó bien a nosotros y nosotros a él. Nos daba libertad a la hora de jugar. Nos decía que había que salir a ganar y que el fútbol de la gente joven debía ser alegre.
Cidón: Tuve la suerte de tener a Juanjo en el amateur. Era una persona muy cercana. Hacía importante a todos. Se ocupaba de que todos fuéramos y lucháramos por el mismo camino.
Pregunta: ¿El fútbol fue injusto con Juanjo?
Pineda: Fue una pena. Después de lo que consiguió, ahora lo piensas y llevó al Castilla hasta una final de Copa. Y que no consiguiera un buen equipo... Luego estuvo entrenando en la Cultural. Allí murió una mañana. Si hubiera tenido un poco más de tiempo... murió joven (41 años). Creo que habría subido para arriba perfectamente. No le dio tiempo a conseguir más. La vida no le trató bien.
Cidón: Consiguió lo que consiguió en el Castilla, pero fue salir de la disciplina del Real Madrid y perder todo el mérito que había hecho. Fue mucho. Hacer lo que hizo con jugadores de 18 a 20 años, no estaba escrito en ningún sitio.
Pregunta: En pretemporada, si les dicen que van a llegar a la final de Copa, ¿habrían imaginado algo así?
Pineda: En absoluto. Éramos un equipo muy joven, un equipo nuevo. Yo estaba en la mili. Durante todo el año, no entrenaba ningún día, jugaba con el Castilla los fines de semana. No entrenaba ningún día. En la Copa del Rey, lo mismo. Hasta estuve castigado en el cuartel porque llegué tarde una mañana y me arrestaron. No pude ir a jugar a San Sebastián. Es increíble. Pedía permisos, iba por Segovia corriendo porque en el cuartel no había ni campos de fútbol ni nada.
Cidón: Que va. Creo que si te dicen... 'piensa algo', nadie habríamos pensado lo que al final se logró.
Pregunta: De las siete eliminatorias antes de la final, Extremadura, Alcorcón, Racing, Hércules, Athletic, Real Sociedad y Sporting... ¿Cuál fue la más complicada?
Pineda: Casi todas. Contra el Hércules, en Alicante, metí el gol, perdimos 4-1. Luego remontamos en el Bernabéu. Empatamos con el Athletic y luego ganamos 1-2 y yo metí los dos goles. Perdimos en Gijón 2-0 con un partidazo de Agustín ante el mejor Sporting de la historia. Joaquín, Redondo, Quini... aquello era un espectáculo de equipo. Y les remontamos también. Cada partido era igual de difícil. El Athletic, con Alexanco, con Dani... un Athletic impresionante. La Real Sociedad estaba invicta...
Cidón: Empezó a ser más difícil cuando empezamos a eliminar a equipos de Primera. El Hércules nos ganó 4-1 y luego remontamos con un 4-0. Era impensable que después de ese resultado fuéramos a levantar una eliminatoria. Fue el primer paso. Después, todos los que fuimos eliminando eran equipos que prácticamente aportaban jugadores a la Selección. La Real, con Idígoras, Satrústegui, Zamora, López Ufarte... en el Sporting estaban Quini, Ferrero, Cundi, Joaquín... en el Athletic, Rojo, Dani... prácticamente eran la Selección Española.
Pregunta: ¿Los rivales les infravaloraron?
Pineda: Quizá un poco, sí. Jugábamos con mucha desvergüenza. Para jugar al fútbol, los jóvenes tienen que tenerla, porque si no la tienen, es muy difícil. Para hacer estas cosas, hay que tener mucha cara. Si te acobardas o achicas, es difícil conseguir algo. Teníamos eso, una ilusión grande y eso nos lo transmitió nuestro entrenador.
Cidón: Sí, pero tuvieron también su parte de razón. Fuimos a Atotxa, perdimos 2-1, pero en el partido de allí nos pudieron meter más goles. Tuvimos la suerte de que Agustín se salió. Solo volvimos con un 2-1 y lo pudimos levantar. Pasó lo mismo en Gijón. Perdimos 3-1. Venían confiados y salimos con mucha hambre y ganas y en la primera parte ya íbamos 3-0. Con el Athletic, lo mismo, 0-0 en casa y ganamos allí. Si lo piensas fríamente y haces una quiniela, no pones ganador al Castilla.
Pregunta: Mientras iban pasando rondas... ¿qué os decían los mayores?
Pineda: Pocas veces jugábamos un partido contra ellos en entrenamientos. Con el Castilla a veces, pero había mucha prudencia. Siempre había choques y entradas. Benito y Camacho... a Benito le decía que estuviera tranquilo y que no me tocara. Iba con las dos piernas... era muy peligroso. Pero era muy buena gente. Nos estaban esperando. Tenía mucha relación con ellos. Iba al pub Lancaster y comía con algunos. Con Del Bosque, con Camacho, con Juanito. Juan nos lo decía... 'Os vamos a matar', en el buen sentido, claro.
Cidón: Algunas veces faltaba algún jugador y el entrenador subía a uno o dos. Los jueves, no siempre, pero a veces se hacían partidos de entrenamiento entre Castilla y Real Madrid. Todos nos daban ánimos. Juanito era muy expresivo. Camacho también. Y Del Bosque. Pero conforme nos fuimos acercando a ellos, nos seguían queriendo y respetando, pero se daban cuenta de que la gente estaba más con nosotros que con ellos.
Pregunta: ¿Cómo fueron los días previos a la final?
Pineda: A nosotros nos cambiaron los planes. Cuando jugábamos contra otros equipos que eliminamos, el viernes llegábamos al Bernabéu a cobrar las primas y nos íbamos con el mister a tomar algo. Para la final nos llevaron al hotel Arcipreste de Hita, que es donde se hospedaba antiguamente el Real Madrid. Toda la parafernalia influyó. Es cuando nos empezamos a dar cuenta de dónde nos habíamos metido, del follón que teníamos entre manos. Para nosotros era bueno, pero nos pudo la presión y la tensión. Ellos salieron a marcar las diferencias, a decir: 'Nosotros somos el Real Madrid y vosotros, el Castilla'. Y tenían un gran equipo.
Cidón: Había un poco de tirantez, muchos nervios. No por parte de nosotros. No teníamos nervios, sí ilusión. Nunca habíamos tenido un estadio como lo tuvimos desde el Hércules, que metíamos a 70.000 personas en el Bernabéu. Ellos no digo que tuvieran nerviosismo, porque eran jugadores que estaban de vuelta de todo, pero sí por lo menos pensaban qué íbamos a hacer. Salimos a la final que parecíamos un equipo juvenil. No nos salió nada. En la semifinal del Real Madrid-Atlético, queríamos que ganara el Atlético.
No porque fuera el Atlético, sino porque nos tocara como rival. Habría sido otra mentalidad. Pero así se dieron las circunstancias. Tuvimos la suerte de jugar una final, pero no ganarla.
Pineda: Si jugamos la final contra otro equipo, la ganamos. Nos pudo la final, pero no porque nos achicáramos por ser el Madrid. Fue tan importante todo que nos superó. Si hubiéramos jugado contra otro, no habría sido nuestro hermano mayor, habría habido menos respeto hacia el contrario en el sentido deportivo.
Pregunta: Durante el partido... ¿quién fue el más combativo del Real Madrid?
Pineda: Juanito. Parecía que se había 'pinchao', la madre que le parió. Salió dando saltos, provocando. Camacho también. Son jugadores con sangre caliente. No hubo piedad. Desde un principio salieron a por nosotros. Así de claro. Y lo entiendo, yo cuando salía a un campo no conocía ni a mi padre ni a mi madre.
Cidón: Todos. Juanito, Santillana, Sabido... todos los que te puedan nombrar... Pirri, Benito... todos súper motivados.
Pregunta: Muchos aficionados rivales del Real Madrid, atléticos, barcelonistas... tachan el partido como un duelo de amigos y que el título estaba ya adjudicado. ¿Qué les dirían?
Pineda: Esa es la envidia de no haberlo jugado ellos. Al final, lo mismo de siempre. Para ellos, si se juega la Copa del Rey y no se gana, es que no merece la pena. Si la ganan, es un título importantísimo. Es lo de siempre. Si lo hubiesen conseguido ellos, nos lo hubieran restregado siempre.
Cidón: Por desgracia, ha habido muchos comentarios. Muchos nos dijeron que no jugábamos así, que a ver qué nos dijeron... pero la desgracia es que salimos al campo y salió todo al revés. No estábamos en el partido. En cuanto nos metieron dos goles, nos venimos abajo.
Pregunta: ¿Creen que esa generación del Castilla tuvo su reconocimiento? Muchos creen que esa final la jugó la Quinta del Buitre, pero no estaba.
Pineda: Ninguno. Siempre lo he dicho. Con todos mis respetos, Butragueño, Martín Vázquez, Míchel, Pardeza, Sanchís... son jugadores inmensos. Muchos de nosotros llegamos a Primera División y Segunda, pero en aquella época no había tanto markéting. A la 'Quinta' se le dio mucho bombo. Ellos la temporada siguiente jugaron la Recopa de Europa que nosotros conseguimos después de llegar a la final. Ellos fueron una hornada diferente, muy buena.
Cidón: El único que estaba con nosotros era Míchel, que lo subieron directamente del Juvenil A al Castilla. En esa época jugaba por el centro, que era donde lo hacía Gallego, titular indiscutible en esa posición. Mucha gente se confunde que la 'Quinta' llegó a eso, pero no fue así. Por suerte, mis compañeros, casi todos, llegaron a jugar en Primera. Teníamos que haber llegado más al primer equipo. Tuvimos a Manolo Castro y a Castañeda, que creo que tendrían que haber subido y no tuvieron suerte. O Juanito, que estaba antes que Chendo. Iba a subir, pero una lesión le cortó el camino y quien subió fue Chendo.
Pregunta: ¿Aquella temporada es la que mejor recuerdan de sus carreras?
Pineda: Sí, por muchos motivos. Por la pensión, por la convivencia que tenía con mis compañeros... por muchas cosas. Todavía vivía el fútbol en un plan más deportivo. Para mí, quizá fue de las mejores épocas de mi vida. Disfrutar del Castilla fue de lo mejor que me pasó. También disfruté de los primeros compases en el Real Madrid. Luego te vas pensando más las cosas. Pero de juventud y alegría, el Castilla fue muy emotivo.
Cidón: No. Es una temporada que marcó a todos y que nos ha llevado a no olvidarlo. Por suerte, después dijeron que no podía jugar ningún filial la competición y no se puede volver a repetir. Recuerdo con mucha ilusión también cuando me fui cedido al Racing y poder jugar en Primera División. Jugar en el Bernabéu como visitante, en el Camp Nou, en San Mamés... eran campos espléndidos con 70.000 espectadores, algo impresionante.