Y es que no hay equipo en el mundo que haya conseguido continuar con su buena racha con el escudo de campeón mundial en el pecho.
Presumir de título de campéon intercontinental suele inundar de mala suerte al equipo que lo porta, cortando de raiz las rachas triunfales de victorias.
El Real Madrid, dos años después, volverá a desafiar la maldición, con el objetivo de lograr también el título copero y alzarse, de nuevo, con la Champions League.
A los 'merengues' tampoco les trae muy buenos recuerdos lucir el escudo en su pecho. La penúltima vez que el Real Madrid se proclamó campeón del mundo de clubes, en 2014, acabó con una profunda crisis de resultados que no se esfumó hasta que los blancos borraron de su pecho el escudo dorado.
¿Acabará el Real Madrid de Zidane con la maldición?