Sigue creciendo el Barcelona. Quizás es demasiado pronto para generar expectativas, pero la parroquia azulgrana tiene por lo que ilusionarse. La dupla Dembélé-Raphinha coincidió por primera vez en el once inicial y fue la que propició el primer tanto del cuadro azulgrana. La otra cara de la moneda fue Robert Lewandowski, que sigue sin mojar con su nuevo equipo. Lo intentó de todas las maneras y colores, pero el polaco no tuvo su mejor día y se marchó, por tercer compromiso consecutivo, de vacío. Memphis sentenció el choque en los minutos finales y reivindicó una vez más su lugar en la plantilla.
La gran noticia para Xavi es que pese a contar con dos onces prácticamente distintos en cada parte durante todo el 'stage' en USA, el rendimiento del equipo no ha variado en exceso. El egarense parece tener a todos a punto y el gran fondo de armario será la principal baza de su Barcelona. Envueltas en polémicas todas las incorporaciones por las famosas palancas, la realidad es que el proyecto deportivo invita a la escuadra catalana a soñar con todo en las tres grandes competiciones que jugará.
Mientras que Lewandowski en algunos momentos se obsesionó con el gol -pecó de individualismo en ciertas acciones- Dembélé volvió a sacar la varita. Tanto en la derecha, donde comenzó, como en la izquierda. Se intercambió de posición con Raphinha y desde 'lado malo' generó lo que fue el primer gol del Barça en 'La Gran Manzana'.
No, no es el de noviembre, Xavi
Dembélé encaró hacia la frontal y encontró al brasileño dentro del área. Este, buen pupilo del 'joga bonito' que crearon sus ancestros, se la dejó de espuela al galo para que la jugada terminase con un derechazo seco y raso, imposible para Carlos Miguel. Otra vez lució la gran pegada del 'Mosquito', al que no le importa driblar con la izquierda y pegarle con la derecha y viceversa.
Antes y después de la diana 'culé', Lewandowski erró todas las ocasiones posibles. Si no era un centro de Jordi Alba, era una asistencia de Dembélé que lo dejaba solo en el área chica. Se le vio físicamente al 100% al polaco, muy activo en la creación y bajando a recibir cuando era necesario, pero no mojó. Xavi incluso retrasó su cambio para que llegase el tan esperado estreno. Hasta el 72' no se marchó del campo para dejar su lugar a Memphis.
La valentía del cuadro americano puso en aprietos al Barça en más de una ocasión, sobre todo a la hora de sacar el balón jugado. Con la presión alta de Gerhard Struber, los catalanes tuvieron que superar a un tridente formado por Luquinhas, Klimala y Morgan que no paró de acechar a sus rivales durante toda la primera parte. Aun así, no generó demasiadas complicaciones a un plácido y atento Ter Stegen en el arco.
Ansu Fati ha vuelto con ese 'algo'
Seguramente conscientes de la necesidad de quitarse la losa de encima, como ya ocurrió con Luis Suárez en sus primeros meses en el Camp Nou, los compañeros buscaban una y otra vez a Lewandowski. Incluso un iluminado Ansu Fati, más pendiente de que el polaco viese puerta que él mismo. El extremo ha vuelto a la competición con esa chispa que le caracteriza y que pondrá aún más en complicaciones la elección de Xavi para la banda izquierda.
Y si hay que reivindicarse para ganarse el sitio, que sea como Memphis. En silencio y marcando. El neerlandés, que ya mojó en la goleada al Inter Miami, aprovechó un despiste de la defensa rival -y un magistral pase de Pjanic- para quedarse solo ante una portería vacía. Marcó a placer y sentenció el último compromiso del Barça en el país de las 'Barras y las Estrellas'.
Antes de que terminase el choque, este quedó empañado tras la mala acción de Edelman. El del cuadro americano arrolló a Pablo Torre con una patada muy peligrosa que puso en peligro la integridad física del ex del Racing de Santander. Todo quedó en un susto y se terminó de olvidar tras la diana del neerlandés, que llegó minutos después. 'La Gran Manzana' no se le atragantó a un Barça que ya afronta el Gamper, ante Pumas, su último compromiso antes del debut en Liga.