El inicio de Lunin con la camiseta del Oviedo se ha tornado complicado. El arquero cedido por el Real Madrid tuvo parte de culpa en el segundo gol encajado por los asturianos.
El ucraniano salió fuera del área en un balón que estaba vigilado por su compañero Arribás. Al final, entre los dos se hicieron un lío y ninguno fue a por el cuero.
Ese momento lo aprovechó Darwin Núñez para robar el esférico y disparar a puerta vacía, dejando el partido sentenciado para los almerienses.