La goleada del Paris Saint-Germain no fue la única buena noticia para los de Mauricio Pochettino en la noche del domingo. El choque frente al Stade de Reims también supuso el regreso de Leo Messi, que entró en la convocatoria tras un mes sin jugar en el que tuvo que superar el COVID-19.
Fue de esperar que, tras varias semanas inactivo, el argentino comenzara de suplente. Así fue, pero su momento llegó en la segunda mitad. Desde antes de saltar al césped ya se notó su influencia cuando miles de gargantas empezaron a corear su nombre mientras calentaba en la banda.
Messi entró por su compatriota Ángel di María en el minuto 63, justo después del gol de Sergio Ramos. Aunque ya estaba todo el pescado vendido, su presencia hizo que el PSG subiera las revoluciones. De hecho, conectó con Verratti para que el italiano ejecutase el disparo que acabó golpeando en Faes antes de hacer el 3-0,
Los parisinos mostraron una cara más agresiva en el tramo final. Marcaron el 4-0 gracias a Danilo en el 75' y estuvieron cerca de la 'manita', pero el colegiado anuló un tanto de Icardi por contacto con la mano en el remate. Durante todo este tramo final, Messi trató de hacerse notar para continuar haciendo la diferencia en el Parque de los Príncipes.