La Copa de la Liga empieza a ser el patio de recreo del PSG. Ganó la primera, allá por el año 1995, y a día de hoy nadie le hace sombra en Francia. Ha jugado nueve finales, y ha ganado ocho de ellas, las últimas cinco de forma consecutiva.
En la reedición de la final del año pasado, el PSG ha vuelto a dejar con las ganas al Mónaco, aunque en esta ocasión la victoria no fue tan clara para los de la capital gala.
Muy pronto se le puso la final de cara a los de Emery. A los cinco minutos cayó Mbappé, muy activo durante todo el partido, y un dolor para sus marcadores, dentro del área, y tras un poco de lío, se señaló la pena máxima.
En un principio, Turpin, el árbitro de la contienda, señaló fuera de juego de Rabiot, quien recogió el balón tras la caída de Mbappé, pero la decisión era del todo ilógica. ¿Cómo podía primar un fuera de juego a la falta previa?
Tras consultarlo con su asistente de banda y con el de vídeo, se decretó la pena máxima tres minutos después para el PSG. La pateó Cavani, y aunque Subasic le adivinó las intenciones, su zapatazo fue tan potente que entró, pese a pegar en el antebrazo del arquero rival.
El gol dejó 'tocado' al Mónaco, y Di María y Mbappé causaron estragos por sus bandas. El PSG se aprovechó de su velocidad para jugarle a la contra a un Mónaco que adelantó filas, pero que se mostró muy perdido en ataque.
Así llegó el 2-0. Contragolpe lanzado por Mbappé, pase a la otra banda para Di María, y el argentino batió por el palo corto a Subasic.
Inmediatamente después estuvo a punto de recortar distancias el Mónaco, pero la fortuna no quiso sonreir a Rony Lopes en todo el partido. Su vaselina ante la salida de Trapp se marchó por poco por línea de fondo.
Minutos más tarde el VAR volvió a ser protagonista. Esta vez, sin una pausa de tres o cuatro minutos. Remató Falcao un testarazo que, tras rebotar en Trapp y de nuevo en su cabeza, entró en la portería rival.
El árbitro recurrió al vídeo, y lo anuló porque el balón golpeó en la mano del colombiano. Entonces, el gol de Falcao sí estuvo bien anulado tras consultar las imágenes del VAR.
Fue la estocada definitiva a la moral monegasca. Se salvó de recibir otro par antes del descanso, y tras éste, el PSG se encargó de dormir el encuentro y controlarlo y manejarlo a su antojo.
El Mónaco tuvo sus ocasiones, claro, pero sin acierto. Incluso se reclamó un penalti por mano en las postrimerías del encuentro, nada más perder a Moutinho por lesión, pero no se sancionó. Turpin no tenía ganas de complicarse la vida más.
Cavani marcó en el 75' el tercero, pero el linier se lo anuló. Diez minutos más tarde se desquitó y, a pase de Mbappé, puso el punto y final al partido, dando el primer título de la temporada al PSG.