El Riga-Tre Friori hubo de ser suspendido mediado su primer tiempo porque el fuerte viento que azotaba la capital letona era peligroso en exceso. Se reanudó 15 horas después, el viernes por la mañana, y Pedrinho Moreira hizo el único gol del partido.
Eran dos de los equipos más modestos de la competición, aunque el Riga parecía un gigante al lado del Tre Fiori sanmarinense, eliminado de la ronda preliminar de la Champions por el Linfield. El Riga, aunque también llegó aquí eliminado de la Champions, lo hizo en la primera ronda previa, ante el potente Maccabi de Tel Aviv.
Todo apuntaba a que sería un partido plácido para los letones, pero la madre naturaleza tenía otros planes. El pasado jueves el noroeste de Rusia fue azotado por una monstruosa tormenta que llegó a sentirse a orillas del Báltico.
Como resultado, fortísimos vientos castigaron Riga, la capital de Letonia, y varios focos del estadio de Skonto Stadions se desprendieron de las columnas, lo que obligó al colegiado de la contienda a suspender el partido.
Ya amenazó con hacerlo minutos antes, pero no fue hasta que los ocupantes de los banquillos se llevaron un buen susto, mediado el primer tiempo, cuando decidió hacerlo.
El partido se reprogramó para la mañana siguiente, y allí, a primera hora, bajo un cielo azul, despejado y libre de viento, se citaron de nuevo los jugadores del Riga y del Tre Fiori.
El primer tiempo discurrió con normalidad, y sin goles. Y no fue hasta el 57' cuando la igualada se rompió. Davide Simoncini cometió una falta sobre N'Kololo, y Pedrinho Moreira la puso de forma magistral lejos del alcance del gemelo del primero y guardameta del Tre Fiori, Aldo.
No hizo falta mucho más. Aunque el Tre Fiori dispuso de alguna ocasión aislada de igualar la contienda, no fue rival para un Riga que, con lo justo y a pesar de la interrupción, se llevó el duelo.
Termina así, un año más, el eterno sueño europeo del Tre Fiori. Sigue para el Riga, aunque le ha tocado un hueso muy duro de roer en la tercera ronda previa, un Celtic de Glasgow con ganas de reivindicarse tras su sorprendente eliminación de la Champions a manos del Ferencvaros.