Este Sevilla está abonado al sufrimiento. La temporada del cuadro hispalense está siendo para olvidar a todos los niveles, pero hay que felicitar al equipo de Sampaoli por el gran ejercicio de resistencia que está realizando allá por donde va, teniendo encima un buen número de bajas en estos momentos.
No olvidemos que estamos hablando del rey de la Europa League, el equipo que tiene más títulos de esta competición en su vitrina. Es su certamen favorito y como tal, hay una gran afinidad entre los dos. Eso se vio en Estambul, en un partido para los andaluces que fue un auténtico infierno.
Y eso que desde el principio no parecía que fuera a ser así la dinámica. Y es que el Sevilla salió de inicio muy serio atrás y dejó toda la tostada a un Fenerbahçe que tenía que llevar la iniciativa para intentar obrar la remontada. Los otomanos no estuvieron muy acertados en los últimos metros y los rojiblancos fueron mejorando todavía más sus prestaciones con el paso de los minutos.
El cuadro de Jorge Jesus, pese a estar muy fino, no le perdió la cara al partido ni tampoco al perder a Batshuayi, que acabó retirándose del campo por culpa de un problema muscular. El tiempo pasaba y los turcos, en una acción de la nada, clamaron al cielo por un penalti en el área visitante.
Kadioglu, en una de sus internadas por la derecha, buscó el centro y el balón, de forma involuntaria, dio en la mano de Alex Telles. Todo el estadio pidió la pena máxima y Michael Oliver, tras consultar la acción en la pantalla, indicó el punto fatídico.
Enner Valencia tomó la responsabilidad y batió a Dmitrovic con demasiada tranquilidad, como si su equipo estuviera por delante en la eliminatoria. A partir de ese momento llegó el sufrimiento del Sevilla, que casi encajó el segundo al minuto.
Por los pelos
Enner Valencia se quedó prácticamente solo ante Dmitrovic y Alex Telles se tiró a ras de suelo para quitarle la pelota a su rival. Se libró por los pelos el cuadro andaluz, que también continuó sufriendo de lo lindo durante todo el segundo tiempo.
La afición local estuvo muy presente e incluso hubo un episodio vergonzoso que acabó con Dmitrovic en el suelo tras ser víctima del lanzamiento de objetos. Lo que un grupo de seguidores lanzaron al campo fueron mecheros y uno de ellos impactó en la cabeza del guardameta, que tuvo que recibir un apósito.
Y justo esa acción impropia de una hinchada terminó por frenar durante unos minutos las oleadas del Fenerbahçe, que en el reinicio tuvo varias oportunidades para haber anotado el segundo. King mandó una pelota por encima de la portería y Enner Valencia se sacó un remate que se marchó cerca del poste derecho.
Luego pasó el lamentable episodio de la afición local y eso llevó a los otomanos a estar desaparecidos durante cierto tiempo. Ya en el 69', el equipo de Jorge Jesus volvió a acechar el área de Dmitrovic y el serbio se estiró para sacar un balón a Enner Valencia, que luego buscó a un King que no encontró rematador al segundo palo.
Los dos entrenadores optaron por hacer modificaciones de cara a la recta final y el único que funcionó fue el de Lamela, que llevó la pausa para un Sevilla que casi empató el partido en un lanzamiento de falta del argentino.
Antes de llegar a esa acción casi al término del encuentro, los de Sampaoli reclamaron un penalti sobre Suso y Emre Mor estuvo cerca de forzar la prórroga tras desviar su remate un zaguero sevillista.
Al final, el Sevilla sacó el billete para los cuartos de final después de haber vivido un auténtico infierno en Turquía, con todo el público encima. En el lugar donde la gente a ponerse pelo, los andaluces terminaron finalmente el encuentro con la mayoría de ellos.