El Sheffield United consiguió sobreponerse a la primera minicrisis de la temporada. Los 'blades' sumaban dos derrotas y un empate en los últimos tres encuentros, aunque estos resultados se produjeron ante rivales de gran envergadura.
Los Chris Wilder se habían ganado un lugar entre los privilegiados en la Premier League, condición que perdieron tras la mala dinámica, pero que volvieron a recuperar después de disputar un gran partido ante el West Ham.
Los de David Moyes, que vencieron 4-0 en su último compromiso al Bournemouth, deberán seguir trabajando para alejarse de la zona complicada de la clasificación. De hecho, podrían terminar la jornada en puestos de descenso si el Aston Villa y el Bournemouth se hiciesen con los tres puntos.
Ambos conjuntos se tantearon durante los primeros 45 minutos y el electrónico señaló el resultado gafas hasta el paso por las duchas. Solo ocho minutos después de la reanudación, el escocés Oliver Mcburnie anotó el tanto de la victoria con un disparo franco frente a Lukasz Fabianski.
El West Ham puso al Sheffield United contra las cuerdas en el tramo final del choque y, de hecho, consiguió establecer el tanto del empate en el tiempo de prolongación, pero el colegiado invalidó el gol por falta previa de Declan Rice.
Cruel final para David Moyes, que se volvió loco con sus futbolistas celebrando el gol que pudo darle un punto a su equipo. Finalmente, los tres puntos se quedaron en el Bramall Lane, cuyos aficionados volvieron a ver ganar a sus jugadores después de tres encuentros seguidos sin conocer la victoria.