El debut en casa de Sander Berge no pudo ser mejor con la camiseta del Sheffield United. El cuadro dirigido por Chris Wilder vive en una nube de la que no se quiere bajar hasta el final de temporada
Un gol de Lundstram, en los últimos minutos del partido, permitió al Sheffield United seguir con su idilio. Todo nació en un saque de banda y despiste de un Bournemouth que sigue en la lucha por no descender.
Pese a la victoria del Sheffield United, fue el Bournemouth el que se puso por delante en el partido. Callum Wilson, la gran esperanza para mantener la categoría, remachó un balón suelto en el área para poner el 0-1 en el marcador.
Vive un idilio el Sheffield United, que pese a ir por detrás no dejó que el nerviosismo se hiciese con el mando del partido. Reaccionaron bien los de Wilder, que con un disparo de Enda pudo empatar nada más recibir el tanto.
Tanto fue el cántaro a la fuente, con hasta tres ocasiones clarísimas, que el Sheffield United consiguió empatar justo antes de pasar por vestuarios. Un mal despeje de Ramsdale le dejó la oportunidad al cuadro local, que pudo marcar pese a tener hasta a cinco jugadores en línea de gol. El segundo tiro, de Billy Sharp, entró en la portería.
Creció el Sheffield con el paso de los minutos. Jugó con los nervios de un Bournemouth que se jugaba algo más que tres puntos y esperó al momento justo para dar la dentellada final.
Lo hizo en una gran jugada colectiva desde un saque de banda. Tras conectar por la izquierda, apareció en el área Lundstram para hacer soñar y creer al Sheffield United que Europa es posible.